miércoles, 8 de julio de 2009

Don Sigmund Cannuttis, del repudio a las guatas, medicina alternativa, gracia y pecado

Una vez un psicólogo me dijo que no todos las personas están bajo la gracia divina, el problema fue que el psicólogo no sabía que yo había tomado un pequeño curso de antropología teológica donde me habían enseñado la diferencia entre gracia y pecado.
El señor psicólogo estaba en lo cierto; nadie nace bajo la gracia de Dios, pero es refacil entrar al club, un poco de agüita, una urgencioncita con crisma o solo un poquitito de fe por parte de alguien que te quiera y ya eres parte del selecto grupo de seres libres del pecado original. Y aquí era donde nuestro psicólogo se equivocaba: cuando se habla de pecado original, no se refiere a la cochiná , si no a la acumulación de pecados que vienen desde el origen del hombre, si del ORIGEN (original po’), como ejemplos podemos hablar de la desobediencia de Adán por comer del árbol del bien y del mal; porque para los que no saben en el paraíso existían dos árboles, si señores dos, un manzano y un higo, como Adán comió del primero “el manzano” (del bien y el mal), aprendió a hacer chicha‘e manzana y conoció la diferencia entre lo rico y lo fome. Y no le echemos la culpa a la Eva porque los buenos pa’ la chela somos nosotros desde el origen; tambien podemos hablar del Caín que mato al Abel su hermano de pura envidia o de cuando Dios vio que los humanos estaban puro partusiando y le dijo al Noe que hiciera su barcaza y salvara a los animalitos.
Todo eso, mas muchos pecados mas, forman nuestro historial de origen y de seres pecadores siendo desencadenador de todos el primero ya nombrado. Ahora bien, por que un psicólogo me dice eso??, primero que todo y que psicólogo era pastor de no se que iglesia del extreme cristianismo. Ahora la historia:
Yo tenia 15 años mi papá había muerto hace solo un par de meses y por recomendación de mis profesores y de muy malos consejeros de mi mamá yo ya estaba en terapia, pero con una psicóloga (mujer), encantadora, mi primera psicóloga. Esto parece que no fue suficiente, pues mis notas seguían bajando (claro de 6.4 a 5.8 hay un mundo entero), entonces me llevaron a otro; la versión canuta de Freud ya nombrada. Don Sigmund Cannutiss, quien no soporto la idea de que yo fuera una especie de joven huérfano de padre que no tenía ganas de hacerse cargo del titulo de hombre de la casa que socialmente le habían impuesto desde el día del funeral, porque seguía siendo un niño. Frente a esto y para convencerme de que efectivamente era un hombre, cosa que no dudo y nunca he dudado, ocupó una serie de argumento de que debía honrar a mi padre para lo cual se refugio en la Holy Bible y en su conocimiento de Dios, luego me trato de pecador por bajar mis notas, llorar mas de la cuenta, y tener ganas de hacer luto por haber perdido a mi papá lo cual hacia sin lugar a dudas sufrir mas de la cuenta a mi mamá, por lo cual yo debía ser “el hombre de la casa”.Ahhhh si claro, un estudiante de 2 medio que no cacha para donde va la micro. En su desesperación por hacerme entrar en razón comenzó a decirme que yo era algo así como el mismo Satanás, y a mi cada vez se me retorcía mas el estomago por ser una mala persona, entonces a Don Sigmund se le ocurrió que debía ponerme de pie, un poco mareado por tanto ataque teológico, del cual creo que me defendí bien, le hice caso. Luego me pidió que me bajara los pantalones, atolondrado cumplí su pedido, el me miro con cierta detención y entonces deje de pensar y tener ganas de discutirle, llevaba mas de una hora tratando de defenderme,, luego me dijo que me los volviera a subir y que me sentara, y sus palabras fueron: “vez que eres hombre, esta todo en su lugar”, desde que nací esta en su lugar y ha colgado, y seguirá colgando hasta que me muera, después me dijo “tu eres hombre, y los maricones están fuera de la gracia de Dios, y tu no eres maricón”, que fea palabra, “por lo tanto debes hacerte cargo de ser el hombre de la casa, cuidar a tu mamá y no pecar”.
Desde este momento en adelante comencé a mirar a los seguidores de Dios como aquellos gorditos con gran guata que no se lo ven cuando mean, y que deben mirárselo a otro (así era Don Sigmund Cannutiss). No es un trauma, ya no, pero me costo dos terapeutas mas y solo mujeres psicólogas y un repudio a las guatas muy raro.

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